Marx y Engels, con el materialismo histórico y dialéctico, han dado a la humanidad la posibilidad de extender el método científico al estudio de la historia y la sociedad. Este es un gran resultado, pero la ciencia marxista es mucho más que eso. La ciencia aplicada al mundo de los humanos explica los procesos que hacen que el comunismo sea históricamente necesario; permite definir científicamente la estrategia para la revolución comunista; garantiza al proletariado la superioridad sobre las otras clases, tal superioridad que solo le otorga una estrategia científica.

Todas las obras marxistas nacen como armas para la batalla revolucionaria por el comunismo y sólo pueden sobrevivir como tales. En siglo y medio, las luchas de muchas generaciones de marxistas han sedimentado una herencia científica ahora tristemente poco conocida e incluso menos utilizada.

Cervetto Arrigo, quien vio en la ciencia el rasgo principal del partido de Lenin y fundó en este supuesto el intento de transferir la experiencia bolchevique de la Rusia zarista a Italia después de la Segunda Guerra imperialista, fue definir la herencia de La ciencia marxista como campo todavía en gran parte inexplorado.

Sacar a la luz una parte de esta mina teórica al lector francés es la tarea que se ha propuesto nuestra editorial, con el objetivo no de hacer cultura sino de dar armas teóricas a la batalla revolucionaria por el comunismo.

Toda la realidad del siglo XXI muestra cómo el llamado final del Manifiesto - ¡Trabajadores de todos los países, uníos! - contenía una estrategia revolucionaria con base científica. El proletariado internacional, hecho enorme, tiene más que nunca la urgente necesidad de redescubrir la ciencia marxista y anclar en ella la preparación revolucionaria para las batallas que se avecinan.

El trabajo por hacer es inmenso. Nuestro catálogo es la medida de la contribución que hemos podido brindar hasta el momento como Ediciones Cienca Marxista

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